¡Hola!

Hoy os traigo un rincón de casa: nuestra terraza.  Llevaba tiempo dándole vueltas a la idea de cambiar la terraza para disfrutarla más. No estaba bien aprovechada y, la verdad, era una pena porque se puede disfrutar durante 4 ó 5 meses al año.

La pared divisoria con los vecinos era una persiana y no se puede quitar así que empecé a darle vueltas a la cabeza hasta que dí con el resultado: Pegar suelo de vinilo.

Ahora me paso las horas muertas regando las plantas y  cambiándolas de sitio.

 

 

Las estanterías son de Ikea y parecen hechas a medida, ¿verdad?

Ahora sí que apetece sentarse  a tomar un copa de vino a media tarde e incluso tomar el sol. Las sillas restauradas han resultado ser comodísimas, tanto que mis hijos ya se han apropiado de ellas.

 

 

 

La diferencia es notable, ¿verdad?